Con más retraso del previsto, y
fuera del año natural, concluyen las catas del año 2012.
Por diversos motivos, no se pudo
concluir en tiempo y plazo, las reuniones del Grupo de Cata Las Alondras
correspondientes al año 2012. Son ocho reuniones más las extraordinarias que
puedan surgir, y sin embargo este año, sólo se han podido realizar siete
reuniones, faltando por realizar la que Iñaqui realiza en su casa. En algo
hemos fallado, y se debe de corregir para que no vuelva a suceder.
El viernes, uno de febrero de
2013, fue la fecha elegida para celebrar dicha reunión final, y allí nos dimos
cita, con la única ausencia de Fernando, que no pudo asistir por los magos de
la informática y no ser conocedor de la reunión.
Con la mesa auxiliar ya preparada
con los aperitivos de bienvenida, fuimos llegando puntuales a la cita, y dimos
cuenta antes de la cata oficial de los ya clásicos e insustituibles “huevos al
estilo Marchica” (incluidos los de Fernando sin salsa mahonesa), cucharillas de
mejillones, banderillas en vinagre y volovanes de gulas y gambas; y todo ello
regado con el vino blanco favorito de la familia Blanco Ballestero desde que
eran novios, el Viña Esmeralda de Miguel Torres, de la añada 2012, que ya está
en el mercado.
Con la mesa de comedor, preparada
para la cata con el agua y los frutos secos que nunca perdona Iñaqui, comienza
la última cata oficial con la seguridad de que la selección será, como siempre,
de calidad. Una vez más, apuesta por Denominaciones de Origen Protegidas
clásicas españolas, vinos estupendamente seleccionados, no muy conocidos en
cuanto a marcas, pero de bodegas contrastadas, los dos primeros de la añada
2009 y los dos últimos de la 2004.
Por orden de cata, los vinos
fueron:
1.- Cruz de Alba 2009, acogido a
la D.O.P. Ribera del Duero, monovarietal de Tempranillo, elaborado por Bodegas
Cruz de Alba, S.L. en Quintanilla de Onésimo, Valladolid, su puntuación media fue
de 2.142 sobre 5 puntos.
2.- Señorío de Andión 2009,
acogido a la D.O.P. Navarra, elaborado en Olite, multivarietal de Tempranillo,
Cabernet Sauvignon, Merlot y Garnacha, que obtuvo una puntuación media de : 3.535
puntos sobre 5.
3.- Cyan Prestigio 2004, acogido
a la D.O.P. Toro, elaborado por Bodegas Cyan, S.L. perteneciente al grupo
Matarromera, en Toro con la uva mayoritaria en la zona, la Tinta de Toro, cuya
puntuación media fue de: 3.642 puntos sobre 5, y
4.- Prado Enea Gran Reserva 2004,
elaborado en Haro, acogido a la D.O.P. Rioja, por Bodegas Muga, S.A, elaborado
con las varietales riojanas por excelencia: Tempranillo, Garnacha, Mazuelo y
Graciano. Su puntuación media fue de: 3.50 puntos.
Estupendos vinos, que excepto el
primero de ellos, obtuvieron muy buenas calificaciones para lo que puntuamos en
este Grupo que para nada somos generosos; variada selección, apostando por
Denominaciones clásicas, pero con bodegas novedosas, que fueron del agrado
general, con la excepcionalidad mencionada.
Concluida la cata, llegaba el
momento de degustar la cena mejicana que tanto gusta al personal y que muchos
esperan. María José tuvo en su difunta madre Aurora (q.e.d) a una gran maestra
en muchas cosas, pero podía saltarse un poco su costumbre de abundancia de
comida, y como no lo hace, volvió a ofrecernos una cena pantagruélica y
estupenda cena que algunos no pudimos concluir, en el que la innovación –sin
perder la base de cocina mejicana- fue el elemento común.
El primer plato, sorprendente y
el que personalmente más me gusto, fue “Corona de langostinos con guacamole en
vinagreta de piñones”, presentación colorida, fresca, con un buen de picante
perfectamente soportable y con un
contraste de sabores tremendamente interesante.
De segundo, otra nueva
innovación, “Merluza a la mexicana”, elaborado al horno, al que no le faltaba
la salsa mexicana y los emblemáticos nachos, al que acompañaba una salsa de
tomate y unos chiles, de los de verdad, que con sólo mirarlos ya picaban.
Pero no, no habíamos acabado, aún
estábamos en el ecuador de la cena, y salió lo que no pueden faltar, los tacos
mejicanos al estilo Majo y un nuevo vino, un Raimat Abadía 2009, acogido a la
D.O.P. Costers del Segre, como siempre en su línea media alta tan correcta.
Tacos en esta ocasión de lomo con pimientos de Vidiago, a la que acompañaban
guarniciones de tomate, lechuga, cebolla, salsa de chile rojo, salsa de chile
verde y queso rallado. Como siempre, tan exquisitos como picantes
Innovación también en el postre,
y como la cena había sido escasa, dos tartas, una de frutos del bosque y otra helada al whisky,
está última regada por el que deseara con whiskys escoceses de los de antaño,
con 43,5 % de graduación, un Chivas 12 y un J&B, de los que los padres de
Iñaqui -Sindo y Rosa- traían en los años 60 de sus viajes a Andorra. Y como no, otro nuevo
vino, una estupenda elaboración destinada a la exportación, realizada por el
grupo Terry en Jerez de la Frontera, el Harveys Bristol Cream, acogido a la
D.O.P. Jerez, elaborado con Pedro Ximénez y ensolerado en su crianza.
Llegada la sobremesa, el poderío
licorero de nuestro anfitrión sale a la palestra, y al menos 10 botellas toman
por completo la mesa, y con ellos los temas más variopintos y los chistes de un
inspirado Jorge, que siempre viene a estar reuniones con las últimas incorporaciones
a su largo repertorio.
Estupenda velada, que ha servido
para cerrar un año más, y YA VAN 19 desde la fundación del Grupo, en el que de
nuevo hemos tenido de todo: vinos desconocidos, viejos conocidos, sorpresas
agradables y otras no tanto, todo ello acompañado de cenas de primer nivel, y
sobre todo en un ambiente de camaradería y amistad verdadera, que hace a este
Grupo tan especial.
MÁS INFORMACIÓN.
“Tres joyas que se tienen en la vida: la autoestima, el amor y el
verdadero amigo”. Ernesto Cortazar (1940-2004) compositor mejicano.
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