sábado, 9 de febrero de 2013

IX Edición de los premios del Colegio de Criticos Gastronómicos 2012.

El hotel Ayre, en Oviedo, acogió la entrega de los Premios que otorga el Colegio de Críticos Gastronómicos de Asturias correspondientes al año 2012.

Está claro que cada edición de los premios de la Crítica, que otorga el Colegio de Críticos Gastronómicos de Asturias, es una caja de sorpresas. Al nuevo cambio de ubicación –y ya van cuatro desde su creación- se sumó la presencia de un nuevo patrocinador y el debut de uno de sus miembros como presentador de uno de los galardonados.
El cambio de escenario se debe a la invitación que les ha realizado Javier Loya, que asumió hace escasos meses la dirección gastronómica del hotel, con la gestión del bistro “Lesibaris”; cafés Toscaf, cubre el hueco dejado en 2010 por García Rodríguez Hermanos como patrocinador; e Iván de la Plata, incorporado como miembro de pleno derecho del Colegio en enero de 2012, debuta como glosador.
El 4 de febrero de 2013, fue el día elegido para celebrar lo que es ya un clásico en el calendario hostelero y gastronómico del Principado de Asturias, convirtiéndose estos premios en la referencia del sector. Una edición más la asistencia es masiva, con presencia de profesionales restauradores, trabajadores, proveedores y distribuidores del sector, representantes de cofradías gastronómicas, aficionados a la gastronomía y amistades diversas.
Como en la edición anterior, ejerció como maestro de ceremonias David Arango,  presentador de la sección del tiempo en la TPA, estando la mesa presidencial compuesta por Eduardo Méndez Riestra, Eufrasio Sánchez, Luis Bada e Iván de la Plata, los cuatro miembros del Colegio junto con José Manuel Villabella, ausente por enfermedad.
El acto siguió el ritual habitual instaurado hace años, cada miembro del Colegio va glosando la figura del premiado en cada sección, y posteriormente el agasajado recibe el diploma que certifica el reconocimiento realizado, con la excepción de que no se ha emitido el pequeño reportaje sobre cada premiado, como en ediciones anteriores.
El premio “Restaurante Innovador 2012” recayó en Ca´Suso de Oviedo, cuya historia y méritos fue glosado por Eufrasio Sánchez. Ubicado en la entrada del Oviedo antiguo, en la esquina de la calle Marqués de Gastañaga con la calle Carpio, abrió sus puertas en el año 2006, gracias a la apuesta profesional realizada por los hermanos Feito –Iván y Vicente- y cuyo nombre es un homenaje a su abuelo Suso. Sin antecedentes familiares en el sector, y con estudios y trabajos ajenos al mismo, abordaron un proyecto dejando Iván su profesión de protésico dental en Madrid y Vicente, el suyo de diplomado en turismo, con el que han emprendido una carrera triunfal, tras su formación en el Zuberoa de Oyarzum.
Ca Suso es sinónimo de cocina asturiana, con platos estacionales, fresca, sencilla, sabrosa y cargada de sorpresas, en el que la creatividad, la pasión y el trabajo son las pilares sobre los que gira. Su trabajo ya ha sido reconocido con un Sol en la guía Repsol, y al restaurante han incorporado recientemente un bristo.



Vicente –primero por la izquierda- e Iván –tercero- brindan con dos de sus colaboradores.



Luis Bada fue el encargado de glosar al galardonado como “Restaurante Clásico 2012” que por primera vez se fue para Ribadesella, en concreto para la Piconera, al restaurante la Huertona. En un repaso a la historia gastronómica y las tendencias de la gastronomía nacional, Luis se refirió al establecimiento de los hermanos Ruisánchez –Alejandro y Rosa Luz- y de José Manuel Viejo, como una cocina de mercado, de kilómetro cero, nutrida de productos de su entorno y que tiene en la rula local a su principal abastecedor.
José Manuel Villabella, no pudo asistir al acto por una indisposición, de la que espero y deseo se reponga lo más rápido posible, y su glosa del “Restaurante Heterodoxo 2012” fue leída por David Arango. El premio ha recaído muy justamente en Naguar, el establecimiento que comanda Pedro Martino en la ovetense Avenida Galicia, y que estos días cumple su segundo aniversario. Villabella, en su línea habitual, definió al bueno de Pedro, como el más raro, marginal, singular, rebelde, hereje, heterodoxo al cuadrado, de carácter indomable, de considerada personalidad, brillante, que trabaja sin ataduras haciendo lo que le da la gana, que juega en otra liga en concursos de pinchos y tapas, y que sin duda es un cocinero cojonudo.
Pedro Martino, que está en todo, subió a recoger el diploma con Ricky -su jefe de cocina- y fue el único que tomo la palabra de los premiados, para agradecer el mismo.



Entre Pedro Martino –derecha- y Gonzalo Pañeda –izquierda-, dos de los premiados y grandes entre nuestros grandes.


Casa Justo de Gijón fue galardonada como “Sidrería 2012” y su glosa recayó en Eufrasio. Los inicios de esta emblemática sidrería datan de 1932, fecha en la que Jesús Cuesta Arbesu –de profesión zapatero- y su esposa María, se instalaron en Ceares. La guerra civil los obligó a volver a su Noreña natal, para volver a su conclusión y observar felices que su casa estaba integra, a diferencia del cercano cuartel de Simancas, totalmente derruido. La casa siempre gozó de los mejores palos de sidra, que Justo acudía a buscar caminando en trayectos que duraban 4 días, para volver con ella en carros de vacas.
El hijo de Jesús, José Cuesta, nacido y criado en el establecimiento y fallecido hace apenas un año, pronto se hizo un experto en nuestra bebida autóctona, y en 1987 tomo las riendas del negocio, reformando y actualizando el mismo. Profesional íntegro, con su esposa Maribel Sánchez a los fogones, consiguió transformar la sidrería familiar en restaurante con atmósfera de chigre asturiano. Justo José Cuesta –nacido en 1966- y en la casa de forma continuada desde 1984, es quién la regenta en la actualidad, constituyendo la tercera generación.
El “Premio Dulcería 2012” recayó en la gijonesa pastelería La Fe, regentada por Salvador Álvarez –en el obrador- y Flor María en atención al cliente. Iván de la Plata fue el encargado de glosar un establecimiento al que calificó como “catedral del hojaldre y del chocolate” y “templo y universidad de lo dulce”, así como “escuela de maestros del chantilli” ya que en ella se han formado una docena de profesionales, ahora independientes. Resaltó que es una de las tres pastelerías que quedan de las más de 45 existentes en Gijón en la década de los 60, en la que destacan sus milhojas –a los que calificó como los mejores de España- y su celebrados bombones, de los que elabora más de cien variedades desde hace más de 30 años. Iván también reflejó otros valores de Salvador, como erudito económico, lector de tratados económicos –pasión que transmitió a su hija Covadonga, economista y asesora-; el gusto por la opera, el amor a la historia y la pasión por lo artesano, que heredó su hijo Alejandro, titular de otra pastelería.



Con Iván –segundo por la izquierda- Juan Luis, Pepe Sariego, Ana, Carlos Guardado y Carlos Cuesta.


Si en la edición anterior desaparecía el premio “Excelencia” de García Rodríguez Hermanos, S.A. patrocinador del evento, de la mano del nuevo patrocinador –Cafés Toscaf, S.A- se otorgaba por primera vez el premio “A la mejor receta con café”. Entrega que fue precedido de un vídeo de las instalaciones de la empresa, y que glosado por Eduardo Méndez Riestra, recayó en el restaurante El Puerto, de Gijón, por su receta: “Papada de gochu, esencia de café, verduras y queso Rey Silo”, que aunque no se nombró ese es su nombre, y cuyo diploma fue entregado por José Manuel Montis, representante del patrocinador.
En un inicio desafortunado para el que suscribe, con crítica negativa a los antiguos gestores del mencionado restaurante, Eduardo valoró muy positivamente el nuevo rumbo que ha tomado este establecimiento ubicado en el puerto deportivo, propiedad de la Junta del Puerto y ubicado en la antigua rula de pescado. Sus gestores Gonzalo Pañeda y Tony Pérez, en cocina y sala respectivamente, forman un binomio que lleva cosechando éxitos y reconocimientos desde hace años, recuperando la estrella Michelín perdida en el año 2012 por su traslado desde la Solana en el cercano Mareo. De ellos se valoró que son una de las estrellas de los últimos tiempos en el Principado de Asturias; que es un especio privilegiado ocupado por verdaderos profesionales; elaborador de una cocina de autor, que se gana al cliente por el corazón más que por el estómago,



Entre Tony –primero por la izquierda- y Gonzalo, con Jorge Sánchez, Pepe Sariego, Juan Antonio y Aquilino Tuya.


La clausura del acto corrió a cargo también de Eduardo, quién resalto que los premios que se entregaban van camino de cumplir una década, agradeció la presencia de todos nosotros, ya que entienden que sin amigos los mismos no tienen sentido, calificándolos de auténticos Oscars de la gastronomía del Principado. Agradeció el esfuerzo realizado por el patrocinador Cafés Toscaf, empresa familiar creada en 1954 en Pravia, para llevar a cabo el mismo, así como a Jamones Marcos, Exclusivas Premium, quesería Rey Silo, Coca-Cola y Coalla Groumet, que con sus productos complementan el trabajo realizado por Javier Loya y su equipo, en los fogones para poder realizar el vino español que sigue al acto oficial. Concluyendo su intervención en que la crítica gastronómica asturiana quiso premiar la resistencia y la capacidad para innovar en estos tiempos de crisis.
Concluido el acto tuvo lugar el vino español habitual, punto de encuentro, salutación e intercambio de impresiones con los múltiples conocidos que un año más somos asiduos a este acto, así como felicitar a los premiados y a sus glosadores. Mi más sincera enhorabuena a todos los premiados y al Colegio de Críticos por este nuevo éxito.


MÁS INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA. Pinchar en enlaces.



“No es hacer lo que nos gusta, sino que nos guste lo que hacemos, lo que convierte la vida en una bendición”. Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832) poeta y dramaturgo alemán.

1 comentario:

  1. Como siempre un gran acto, lastima que no haya podido ir Villabella, es el que mejor labia tiene de todos. J.C.Rodrríguez

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