Etapa con una longitud
de 18.500
kilómetros , con un desnivel de 631 metros de subida y
de 700 de bajada, realizados en 4 horas netas. Descripción, fotografías y
tiempos.
Lafuente, ubicado a
La iglesia de Santa Juliana, es una
preciosa joya del románico rural de finales del siglo XII y principios del XIII,
declarada bien de interés cultural en 1983. De pequeño tamaño, cuenta con una
sola nave con tejado a dos aguas y ábside semicircular, a la que se accede
mediante un arco triunfal de medio punto, bajo la espadaña. Cuenta con toscos
capiteles con motivos geométricos, interesantes canecillos, y el ajedrezado
propio de las iglesias del Camino de Santiago. Su visita no fue posible al
encontrarse cerrada, y como tantas otras de la geografía española, no cuenta
con una pequeña cristalera que permita su visión.
El pueblo cuenta con interesantes
casonas, y a píe de la iglesia un rústico lavadero en cuyo frente se encuentra
una casona, que cuenta con una curiosa efigie de una cabeza humana, con una no
menos curiosa cita, fechada en 1625, que dice: “Ctos Psa que no buelven” en
referencia a los muertos que eran llevados al cementerio, ubicado en su día a
pie de la iglesia.
Un indicador de madera a pie de
la iglesia, indica los dos posibles itinerarios que conducen a Santo Toribio,
que dista 29
kilómetros . Uno a través del collado de Pasaneo y San
Pedro de Bedoya, y el otro por el collado de Joz y Cicera.
En nuestro caso, hemos seguido
este último indicativo, que esta señalado con las flechas amarillas del Camino
y losetas de hormigón colocadas por el gobierno de Cantabria, inicialmente y
luego por flechas rojas. Para ello se sigue por la carretera, dejando a la
izquierda el barrio de Pumares, para a unos 500 metros , coger la que
sube hasta Burió, a 380
metros , pequeña aldea que dista 1 kilómetro y que
permite una buena visión de Lafuente y sus dos barrios.
Cruzado el pueblo, con la
posibilidad de reponer agua en su fuente, el camino se empina a través de una
pista de hormigón, que concluye en la carretera CA-282, poco antes del
kilómetro 19, para seguir por la carretera hasta prácticamente llegar al
collado de Joz o Hoz, a 658
metros de altitud. Antes de llegar al cartel indicador
del mismo, dónde se ubica un recinto de reunir el ganado, hay que desviarse a
la izquierda, siguiendo la indicación de una señal, para pasar un paso
canadiense y adentrarse en un ancho camino forestal.
La vista desde el alto es
preciosa, con toda la cadena montañosa que enlaza con los Picos de Europa y la del
valle que conduce a Cicera, con el único pero del vertedero de basura ubicado
en el alto del collado, y con el que han hecho un rellano para posiblemente
facilitar los movimientos de los camiones que suben el ganado que pasta en los
praderías del alto, en el que abunda la “Tudanca” raza vacuna autóctona
cántabra.
Una vez se sale de la carretera,
hay que tener cuidado de coger el camino correcto, que es el de continuar de
frente en paralelo a la carretera y en dirección al valle, ya que hay una señal
que indica a la derecha en subida, que puede dar lugar a dudas. El indicador a
pie de carretera, indica el recorrido del PR-S-3, distando desde este punto 1,8
kms a Cicera y 8,8 kms a Lebeña. El ancho camino, que vuelve a estar señalizado
poco después, pasa por los invernales de Obán y conduce directamente y sin
perdida en Cicera, al que se da vista al poco de cogerlo.
Cicera, ubicado a
Desde aquí, hay tres opciones de
continuar el Camino hasta Lebeña, dos de ellas balizadas y una sin balizar. La
sin balizar es algo más corta y va por el canal de Franco y la braña de Berés.
Las balizadas son la de la “ruta de la braña de los tejos” que recorre tramos
con viejos y espléndidos ejemplares de esta especie arbórea y discurre por el
macizo de Cordanca, que salva más desnivel y es más larga; y la otra es la
balizada oficialmente como del Camino.
Ambas salen del pueblo, en
dirección sur, cruzando el puente sobre el río Cicera, afluente del Deva, al
que desciende a través de la garganta llamada Agüera Riocicera, para ir en
suave ascenso a través de una pista y zahorra, que discurre entre un bosque con
ejemplares de castaños imponentes de tamaño y de considerable edad, hasta una
pronunciada curva, en la que se separan.
Para continuar la ruta de la
braña de los tejos, hay que girar a la izquierda e internarse en un sendero por
el bosque, mientras que si se opta por continuar la pista, se llega al collado
de Arceón, tramo balizado, y que dista 2.600 kilómetros ,
según el indicativo.
El ascenso por la pista, que por
momentos es de hormigón, poco a poco irá
aumentando la pendiente para subir la ladera, atravesando un precioso bosque de
castaños y robles –y más en otoño fecha en la que he hecho este Camino, y
posteriormente por los invernales de Juntalón, conduce sin perdida al alto del
collado, habiendo solo un sitio dónde puede surgir duda, al separarse la pista
en dos, debiendo coger la de la derecha, que está perfectamente señalizada.
En el alto del collado, hay que
tener cuidado y a la altura de un recinto de aglutinar el ganado, hay que girar
90º a la derecha, en dirección oeste, para avanzar por una senda poco marcada y
enfocar hacia uno prado alambrado, siguiendo un indicador que señala a Santo
Toribio. Es la zona más alta del
collado, a 970 metros
de altitud, y la divisoria entre Peñarrubia y Cillorigo de Liébana.
Disfrutando de las excepcionales panorámicas
sobre el macizo oriental de los Picos de Europa, se debe de seguir cruzando
todo el pastizal del collado, pasar el cercado, entrar en tierras lebaniegas y
estar atentos para seguir unas pequeñas estacas con las flechas rojas, que en dirección norte indican una senda que
desciende al cercano bosque de robles, vestido con su manto otoñal, que en su
parte media baja enlaza con una pista de tierra.
Al enlazar con la pista, hay que
girar a la izquierda, siguiendo la señalización, para pasar poco más adelante
por una pequeña cascada y continuar por la pista entre el bosque hasta su unión
con otra pista, en la que hay que girar a la derecha. De seguir la pista de
enfrente y en subida se volvería a Cicera, a través de la braña de los tejos,
por San Pedro de Bedoya, estando a 2 kilómetros de Lebeña.
A la vista de los primeros
invernales de Lebeña, se coge un camino para atajar de manera directa hacia ese
grupo de invernales, a la altura de unas cabañas con una fuente y un
abrevadero. Desde las últimas cabañas de las invernales se puede observar
Lebeña al fondo del valle, a la que se llega descendiendo por la pista, con
diferentes bifurcaciones entre un bello bosque de encinas, con el peculiar pico
Cueto Valle siempre a la vista, accediendo
por su parte alta, permitiendo una visión general de la localidad con su vecino
Allende en la ladera de la montaña de enfrente, con el pico Agero a la derecha,
que acoge una escuela de escalada
Hay que atravesar este pueblo,
perteneciente al municipio de Cillorigo de Liébana, de apenas 90 vecinos, a
través de sus callejas y enlazar con la carretera hasta el área recreativa a
pie de la iglesia de Santa María. De estilo mozárabe, es una auténtica joya del
siglo IX, declarada en 1893 monumento nacional, que además cuenta también con
una bonita historia sobre su origen, atribuidos a los condes de Lebeña, don
Alfonso y doña Justa, de la que dan fe los centenarios tejo –caído durante una
tormenta en marzo de 2007- y olivo, plantados en ambos lados de la actual
torre. Su visita es obligada y aparte del disfrute artístico, disfrutarán de
las explicaciones de la guía y guardesa María Luisa, vecina del pueblo.
A pie de la iglesia, hay tres alternativas para continuar camino hasta el cercano pueblote Castro Cillorigo, destino final de esta etapa. La señalizada oficialmente y más larga va por carretera hasta Allende y por pista a Cabañes, Pendes y concluye en la ermita de San Francisco, en Castro Cillorigo; otra es seguir la señalización del PR-S-3, que saliendo desde más arriba de la iglesia sigue un sinuoso sendero de piedra que en ascenso discurre a media ladera de peña Ventosa, por encima de la carretera N-621, siguiendo el antiguo camino real que unía Lebeña con el resto de la Liébana ; y la tercera es seguir la carretera.
Esta última opción es la que
hemos seguido, saliendo de la iglesia, cruzar el puente sobre el río Deva, llegar
a la nacional N-621, y seguir por ella con extrema precaución, ya que es la
continuación del desfiladero de la Hermida, y el estrechamiento es máximo entre
el río y los murallones de piedra, recorriendo los 3, 500 kilómetros que
separan Santa María del barrio de la Ventosa, en Castro Cillórigo, dónde no es
necesario entrar en el pueblo, que dista 8.800 kilómetros
de Santo Toribio de Liébana.
TIEMPOS INVERTIDOS.
Lugar. Metros Kms. Tiempo.Lafuente.
Burió.
Enlace carretera CA 282
Salida carretera.
Cicera.
Separación de sendas. 06.900 01.40
Collado Arcedón.
Enlace con pista. 02.45.
Invernales de Lebeña. 13.000 03.00.
Lebeña.
Iglesia Santa María. 03.10.
Castro Cillorigo.
Nota: Tiempos netos sin descanso.
MÁS INFORMACIÓN.
Santa Juliana de Lafuente.
Santa María de Lebeña.
Vídeo de la ruta.
“Lo mejor del mundo es
conocerlo”. Román Hereter (1959 -) periodista y viajero español.
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