miércoles, 13 de junio de 2012

Llámpara natural 2012, acto de entrega del galardón.

La Cofradía de la Buena Mesa del Mar, ha entregado el viernes, 8 de junio de 2012, en el restaurante Real Balneario de Salinas, su emblemático galardón de la “Llámpara natural” en su decimonovena edición.

Es esta distinción, una de las tres que realiza la Cofradía en el año junto a los “Cucharones del buen guiso marinero” y “Apareyu de la buena xente”, que suelen entregar a finales de cada primavera, tiene un marcado contenido marinero. Como se refleja en el artículo 49, punto a, de sus Estatutos, es: “Nuestra más alta distinción que se otorga a las personas o entidades que hayan destacado en su labor en pro de la mar, sus gentes, su entorno, su cultura y su ecología”.
Pero la “Llámpara natural” va un poco más allá entre sus cofrades más veteranos, ya que fue el primer acto oficial de la Cofradía. Una Cofradía que surge a principios de 1986, la segunda en el Principado de Asturias, solo superada por la Cofradía de Amigos de los Quesos del Principado de Asturias, por iniciativa de unos entusiastas que decidieron crear una asociación que “agrupase a personas de buena voluntad y decidido amor a la gente y productos de la mar”. Reunidos en el restaurante San Félix, los primeros cofrades, hicieron su comida fundacional y la entrega del primer galardón de la “Llámpara natural”, que recayó en Joaquín García Tuñón, por aquél entonces presidente de la Cámara de Comercio de Avilés. De aquella comida no sé cuando habrán estado en esta entrega, pero al menos me consta que el amigo José Luis Poyal si lo estaba, y probablemente el infatigable y santo factotum de la Cofradía, Polo, también.
Los años fueron pasando y personalidades de los más diversos ámbitos, fueron merecedores de recibir este galardón. Con esta son diecinueve las ediciones realizadas, ya que hubo años en las que no se realizaron, y treinta y ocho las personalidades o entidades galardonadas –incluidas las de esta edición-. Presidentes del Principado, ministros del Gobierno de España, secretarios generales de la Casa del Rey, embajadores, magistrados, presidentes de consejos de administración de emblemáticas empresas, centros y sociedades marinas, y otras muchas más son los que tienen entre sus vitrinas este galardón, reconocedor de sus méritos.
Como es habitual ya desde hace muchos años, el restaurante Real Balneario de Salinas, al que se le puede considerar segunda sede de la Cofradía, albergo el acto oficial y la entrega del premio. Representantes de los premiados, cofrades, autoridades, colaboradores, amigos y representantes de otras Cofradías gastronómicas, acudimos a la llamada de la “Mesa mayor” para arropar y disfrutar de dicha entrega. Alta asistencia, perfecta organización, premiados sabiamente elegidos, acto sobrio y entrañable, estupenda comida y buena camaradería, son las pautas que los asiduos a los actos de la Cofradía conocemos, y este fue un ejemplo más de los mismos.




De izqda a derecha con: Paco Menéndez (presidente Cámara Comercio de Avilés) Tony Soto Jove ( Notario CBM) Miguel Loya (R.Balneario) Vicente Quintanilla (Presidente CBM), Carlos Maribona (Crítico gastronómico) y Pepe Sariego (Cofradía Amigos Nabos de la Foz).


Los representantes del Instituto Social de la Marina, órgano del que dependen los barcos premiados, comenzaron su estancia en Salinas en la sede de la Cofradía, sita en la Colonia, dónde firmaron en el libro de honor. De allí se desplazaron a la Peñona, ubicación del estupendo Museo de Anclas Philippe Cousteau, creado por la Cofradía en 1993, dónde realizaron una visita guiados por una representación de la “Mesa mayor” que les mostraron orgullosos su gran obra. Museo diferente, original, emblemático, al que esperemos que de una vez por todas, las administraciones –tanto regional, como local- sepan valorar y poner en valor como se merece, ya que su sustento por parte de un colectivo sin ánimo de lucro, es prácticamente imposible.



Estela, representante de la Cofradía Doña Gontrodo, con el museo detrás.




La terraza del restaurante, con las relajantes vistas del arenal y del mar Cantábrico, acogió la recepción de los asistentes, que fuimos recibidos con el cariño habitual por el secretario Polo y restos de miembros de la Mesa mayor y cofrades de número. En ella nos sirvieron la “arribada” aperitivo de la singladura que hicimos por la cocina marinera, siendo el momento del intercambio de saludos e impresiones entre los muchos conocidos.
Ubicados en nuestros respectivos sitios, de acuerdo con el protocolo establecido, primeramente nos pusimos en píe para escuchar el himno de la Cofradía, realizado por el cantautor candasín Manolo Santarúa, uno de los presentes en la histórica comida del primer galardón, y ya después disfrutamos de la compañía y de la comida. En mi caso, la mesa la componíamos Roberto, Manolo y Javier, representantes de ACAS (Asociación de criadores del asturcón), Juan, Felipe y Manolo de la Asociación amigos de Salinas y por Dionisio Cifuentes, cofrade mayor de nuestra Cofradía de Amigos de los Quesos.
La comida marinera diseñada por el eficiente Miguel Loya y su equipo, estuvo compuesta por el “embarque”: taco de atún sobre ajo blanco de piñones, “singladura”: lomo de merluza al horno sobre bullabesa, y cordero lechal con espuma de patata, y el “atraque” fresas maceradas en balsámico con cremoso de nata. Todo ello regado con blanco de la DOP Rías Baixas y tinto de la DOP Rioja.
Con el café de popa y los licores, dio comienzo el acto oficial de la entrega, ejerciendo en esta ocasión  el cofrade amigo José Antonio Villabrille magníficamente  como maestro de ceremonias.








El cofrade secretario Polo, dio lectura al acta, que recoge el acuerdo de la concesión de los galardones, que en esta edición ha recaído en los buques hospital Esperanza del mar y Juan de la Cosa, pertenecientes al Instituto Social de la Marina, dependiente del Instituto Nacional de la Seguridad Social.








El “Esperanza del Mar” actual fue desarrollado y botado al mar en Gijón en octubre del año 2001, por los astilleros Juliana Constructora Gijonesa, reemplazado a su homónimo construido en 1982. Con distintivo de llamada EBUQ y con número IMO 9220536, tiene su base en el puerto de Las Palmas, y su cometido principal es el asistir a la flota pesquera, a los marinos mercantes y prestar apoyo técnico y logístico a los buques situados en su cercanía. Su diseño gira en torno a un hospital que ocupa una cubierta completa con acceso directo al helipuerto, lo que facilita el transporte de enfermos y náufragos a la zona sanitaria más cercana; está dotado de quirófano, rayos X, laboratorio, UVI, departamento para el tratamiento de quemados, infecciosos y enfermos psiquiátricos. Su capacidad para 17 pacientes en zona hospitalaria y 30 en la de náufragos, contando con una tripulación de 30 personas, entre ellos dos médicos, un ATS y dos celadores.
El “Juan de la Cosa”, al igual que el anterior fue construido en el mismo astillero gijonés, y botado al mar en junio del año 2006. Su distintivo de llamada es ECJE y con número IMO 9328156, tiene su base en el puerto de Santander, y presta servicios análogos al anterior, aunque en este caso a las flotas que operan en el Atlántico Norte. Su diseño y dotación va en la misma línea que el anterior, siendo su capacidad para 20 pacientes, y su tripulación es de 28 personas, con igual proporción de personal sanitario.  
Las intervenciones de ambos buques en naufragios, recogida de náufragos, asistencias logísticas, consultas radio-médicas y atenciones sanitarias se cuentan por miles en las  tres décadas de esta importante labor social.
El premio fue recogido por Luis Casqueiro Barreiro, director general del Instituto Social de la Marina (ISM), a quién le tomo juramento del galardón, el cofrade notario José Antonio Soto-Jove, ante el cofrade presidente, Vicente Quintanilla.






Luis Casqueiro, estuvo arropado por los directores provinciales del ISM en Asturias, Ángel Luis Fernández-Castañón Martínez y en Cantabria, Rafael Puente Pinedo; así como por José María Pérez Toribio, subdirector general de Acción Social Marítima en Madrid, dependiente del ISM y María Teresa Irureta, subdirectora provincial en Asturias.
Luis Casqueiro agradeció los galardones en su intervención, hizo ver que la gente que esta en la mar, por muy lejos que estén, siempre van a estar atendidos, explicando que en esos momentos el “Esperanza del Mar” se encontraba en las aguas del sur y que el “Juan de la Cosa” estaba a la altura de La Coruña y la vertical de las Azores, cerca de los barcos que están en la costera del bonito, en la que están participando cerca de 500 embarcaciones con 6.000 trabajadores. Destaco que estas dos embarcaciones son las únicas del mundo, lo que dice mucho del compromiso del Estado español con los trabajadores del mar.
También realizaron pequeñas intervenciones José María Pérez y Ángel Luis Fenández-Castañón, quienes igualmente agradecieron los reconocimientos, y pusieron en valor la gran labor humanitaria y prestación de servicios que ambos buques realizan, a la vez que recordaban que el “Juan de la Cosa” estuvo anclado el pasado año en el puerto de Avilés, dónde fue visitado por más de 2.000 personas en sus jornadas de puertas abiertas.







El acto fue cerrado por Vicente Quintanilla, presidente anfitrión, quién mostró todo su agradecimiento a todos los presentes, felicito a los galardonados y explico que la entrega de este reconocimiento va en la línea que se ha marcado años atrás la “Mesa mayor de la Cofradía”. Esta no es otra que distinguir a entidades o personas implicadas en tareas humanitarias en la mar, así en la edición del año 2010 se ha premiado al “Centro de coordinación regional de la Guardia Civil de Canarias” y en la edición pasada a la “Sociedad estatal de salvamento y seguridad marítima (SASEMAR)”.
Con la intervención de Vicente, se cerró un lúcido acto oficial de reconocimiento a unos buques de una institución, que de una manera sorda pero tremendamente eficaz, prestan sus servicios a los marineros, marinos y navegantes españoles y no españoles, siendo un ejemplo para el mundo entero y que pone en valor que a pesar de todo lo que está cayendo, nuestro país es ejemplo y espejo para otros muchos que se consideran superiores.
De nuevo la Cofradía de la Buena Mesa del Mar y su Mesa Mayor, ha hecho pleno en la elección de sus galardonados. Mi más sincera enhorabuena por ello.



MÁS INFORMACIÓN. Pinchar en enlace.
Historia de la Cofradía Buena Mesa de la Mar.



“La grandeza de un pueblo no se mide por el número, como la grandeza de un hombre no se mide por su estatura; su medida es la cantidad de inteligencia y de virtud que posee”. Víctor Hugo (1802-85) poeta y novelista francés.

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