domingo, 25 de marzo de 2012

Viseu, en Portugal, una ciudad para visitar.

Capital del distrito de mismo nombre, en la región Centro y subregión de Däo-Lafoes, es una de las ciudades más antiguas de Portugal. Historia, descripción, fotografías y vídeo de la ciudad, de la Catedral y de la iglesia de la Misericordia.

Historia de la ciudad.
Esta ciudad que cuenta con más de 100.000 habitantes, es una de las más antiguas de Portugal, pues sus orígenes se remontan a la época castreña, y con la invasión por parte del Imperio romano de la Península Ibérica tomó gran importancia, en gran parte con su vinculación con la figura de Viriato, héroe lusitano que combatió a los romanos y que, según la tradición, habría pasado una buena parte de su vida en esta tierra, e incluso según algunos autores, haber nacido.
Viseu se ubica en el cruce de importantes calzadas romanas, una de las cuales procedente de Mérida, la Emerita Augusta, se dirigía a Bracara, la actual Braga. Este importante cruce de calzadas, puede justificar la construcción de la estructura octagonal defensiva, de 2 kilómetros de perímetro, conocida como Cava (por zanja o foso) de Viriato.
Tras la ocupación romana de la Península, la ciudad siguió creciendo, fue elevada a sede de diócesis durante el dominio visigodo, en el siglo VI, en el que era conocida como Castro Vesense. En el siglo VIII fue ocupada por los musulmanes –como la mayoría de las poblaciones ibéricas- y durante la Reconquista de la Península fue blanco de ataques y contraataques entre cristianos y musulmanes, siendo Fernando I de Castilla y León, el que la conquistaría definitivamente a los musulmanes.
Antes de la fundación de Portugal como país, fue en varias ocasiones residencia de los condes Teresa de León y Enrique de Borgoña, conde de Portugal, que en 1123 le concede fueros a la ciudad. El segundo fuero se lo concedió el hijo de los condes, Alfonso Herniques I de Portugal en 1187, que fueron confirmados por Alfonso II de Portugal en 1217.
Durante la crisis de 1383-85, entre Portugal y España, Viseu fue atacada, saqueada e incendiada por las tropas de Castilla y Juan I de Portugal mandó que se amurallara, más adelante Alfonso V de Portugal, mandaría completarla, siendo por ello por lo que lleva el nombre de muralla alfonsina.
En el siglo XV el rey cedería la ciudad al infante Hernrique, que adquiriría el título de Duque de Viseu. En 1513, Manuel I de Portugal, renueva el fuero y se realiza una expansión de la ciudad, la actual zona central o Rossio que, en poco tiempo se convertiría en el principal punto de encuentro de la sociedad. En este mismo siglo vive Vasco Fernandes,  un importante pintor que tiene muchas de sus obras por las iglesias de de la región y en el Museu Gräo Vasco, cerca de la catedral, y es cuando cobra una gran importancia la colonia judía.
En el siglo XIX se consagra el Rossio como centro de la ciudad al construirse en este barrio la casa consistorial dejando así la parte alta de tener la importancia que hasta entonces había tenido, al concentrar el comercio y construcciones medievales en la rua Direita.








Puntos de interés.
Viseu por su ubicación en la zona centro del país, por su larga historia, por las ilustres personalidades de la cultura portuguesa que en ella tienen origen y por el progreso que ha sabido respetar los espacios verdes, el equilibrio y la calidad de vida de sus habitantes, es una ciudad llena de puntos de interés históricos y artísticos.
El Rossio o plaza de la República, es una amplía plaza con imponentes tilos, situada en el centro de la ciudad, habitual punto de encuentro y lugar de paso y convivencia. En ella, se encuentra el Ayuntamiento, edificio de la segunda mitad del siglo XIX, y la iglesia de la orden tercera de San Francisco, conocida como la  iglesia de los Terceros. Esta es de mitad del siglo XVIII, de estilo barroco, y dedicada a San Francisco de Asis, en su interior destaca sus retablos con ornamentación en dorado, su órgano y sus paneles de azulejos.








En la misma plaza se encuentra un panel de azulejos, que retrata la antigua feria de ganado, el pastoreo y otras actividades tradicionales. El panel se extiende a lo largo del muro del jardín de las Madres, estando por encima de este jardín la casa museo Almeida Moreira, construida en 1925, y residencia del primer director del Museo Gräo Vasco.









La “puerta de Soar”, también llamada de San Francisco, por la hornacina que tiene en su interior, o Arco de los Melos, por la proximidad con la casona de esta familia, era una de las siete entradas existentes en la muralla gótica de la ciudad de Viseu. Exteriormente la puerta presenta un arco apuntado, sobrepujado por una lápida que consagra Portugal a la Virgen de la Concepción, y por las armas reales, colocadas en el reinado del rey D. Juan IV. Del lado derecho se abre una hornacina de San Antonio. En el interior el arco es rebajado y acoge la hornacina de San Francisco. Otra puerta queda en pie, la de los Caballeros, quedando vestigios de otras dos, la de Nuestra Señora de las Angustias, y la de Santa Cristina.








Al pasar la puerta de Soar, en la plaza del Pintor Gata, se sitúa la capilla de Nuestra Señora de los Remedios, construida en 1742, con donativos de los devotos , como bien reza un escrito en su puerta, en su interior destaca la imagen del siglo XV de la Virgen, el pequeño retablo y los azulejos de las paredes.
Un poco más adelante, se encuentra la Fonte das tres bicas, de utilidad pública desde 1505, según el rótulo que tiene.
En la plaza Adro da Sé, también conocida como plaza de la Misericordia, y una de las más bellas de Portugal, se encuentran cuatro majestuosos edificios: el balcón de los canónigos, la torre del Menaje, la Catedral, el palacio de los tres escalones –sede del museo Gräo Vaso- y la iglesia de la Misericordia. En el centro se encuentra un crucero de granito, cuya base ostenta el escudo del obispo Julio Francisco de Oliveira, a quién debe su construcción en 1760.








La Catedral tiene una base arquitectónica que ser remota a los siglos XIII-XIV, de estilo románico-gótico, habiéndose prolongado su construcción durante varios siglos. Su originalidad reside, en gran medida, en las innumerables transformaciones de las que fue objeto a lo largo de los tiempos. La fachada actual, es de estilo manierista, se divide en tres cuerpos cuyos nichos albergan estatuas de los cuatro evangelistas (lateralmente), de San Teutonio, patrón de la Catedral y de nuestra Señora de la Asunción. Está flanqueada por dos torres, la del reloj, románica-gótica y las de los sino, contemporánea de la fachada.
A la entrada, en un lateral de la iglesia, el claustro renacentista, con diversas capillas, portales y túmulos; los paneles de azulejos ilustran períodos de la vida de San Teutonio, el regreso de la Sagrada Familia de Egipto y la Adoración de los Reyes Magos, que revestían hasta 1921, las paredes interiores de la iglesia.
Entrando en el templo, destacan  la “la bóveda de nudos”, de estilo manuelino, del siglo XVI, que cubre las tres naves, los retablos y una exuberante talla dorada. De la zona del transepto, la escalera de granito da acceso al coro alto y prosiguiendo, al claustro superior, obra barroca de primera mitad del siglo XVIII y al balcón de los canónigos –de la misma época- que comunica a la antigua torre del Menaje, actual residencia de los párrocos, y con el museo de arte sacro de la Catedral, en el que se pueden contemplar objetos litúrgicos de antiguos usos, reliquias de gran devoción e imágenes de retablos que fueron posibles gracias a obispos generosos.
Una de las joyas es el brazo relicario de San Teutonio, de 1602, de plata fundida, moldeada, cincelada y recortada y parcialmente dorada, que contiene una parte del brazo del santo, que es el patrón de la Catedral.









Contiguo a la Catedral, del lado norte, queda un majestuoso edificio en granito, del siglo XVII, el antiguo palacio de los Tres Escalones, palacio Epíscopal, que actualmente alberga el museo Gräo Vasco. Su colección principal está constituida por un conjunto notable de pinturas de retablos, provenientes de la Catedral e iglesias de la región y colecciones de otros museos, de Vasco Fernandes (1475-1542), el Gräo Vasco y su taller. Igualmente contiene pintura portuguesa de los siglos XIX y XX, ejemplares de mayólica portuguesa, porcelana oriental y mobiliario, y un conjunto de objetos y soportes figurativos destinados originalmente a prácticas litúrgicas, que van del románico al barroco.
Frente a la Catedral, se encuentra la iglesia de la Misericordia, cuya construcción se remonta al siglo XVIII, de estilo Rocaille. En su interior se encuentran retablos de estilo neoclásico, pintados en blanco y dorado, telas de motivos religiosos, y en el centro una imagen de Nuestra Señora de la Misericordia, del siglo XVIII, protegiendo a un par de pobres arrodillados a sus pies. En una de las puertas laterales, se encuentra el museo de la Misericordia, con importantes objetos de rituales religiosos, retratos de benefactores e incluso herramientas de la antigua farmacia del hospital de la Misericordia de Viseu.









La plaza del rey Duarte de Portugal (1391-1438) contiene la escultura del mismo y entre el conjunto de edificios de su entorno, destaca la que fue residencia del pintor Almeida e Silva (1864-1945) edificada sobre lo que fue el antiguo Ayuntamiento de la ciudad, destruido por un incendio en 1796. Desde la plaza hay una estupenda vista de la silueta de la vieja torre de la alcazaba y el balcón de los canónigos de la Catedral.









El parque –cava- de Viriato, es una vasta área de planta octagonal, rodeada por muros y un foso de protección, posiblemente un antiguo campamento militar, construido por los romanos, en su presencia en la Península Ibérica. Según recientes investigaciones, el lugar pudo haber sido utilizado posteriormente por los musulmanes, como “ciudad-campamento” durante la época de Al-Mansur. Aquí esta erigido un monumento a Viriato, jefe de la resistencia de los pueblos peninsulares frente a los invasores romanos.








Una de las visitas obligatorias en Viseu, es desde 2008, la visita al centro comercial "Palacio de Gelo", sito en las afueras de la ciudad, en la carretera de Nelas, es con sus 174.000 metros cuadrados, el segundo centro comercial más grande de Europa, y cuenta con una amplia oferta que conjuga deporte, salud, entretenimiento, comercio y servicios. El bar de Gelo y la pista de patinaje de hielo, son dos de sus mejores ofertas.
Viseu, es una de las 16 ciudades hermanadas con Oviedo, realizándose el 10 de abril de 2007, dicho hermanamiento. Bonita ciudad Viseu, en el que las iglesias marcan el paisaje urbano, con casas solariegas de arquitectura sobria, de imponente granito, que bien merece una visita.



MÁS INFORMACIÓN.

Vídeo de Viseu.








“La palabra progreso no tiene ningún sentido, mientras haya niños infelices”. Albert Einstein (1879-1955) físico y matemático alemán, premio Nobel de Física.

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