martes, 24 de mayo de 2011

Viticultura de montaña, heroica y única.

Jornada de trabajo sobre la "Viticultura de montaña, heroica y única" organizada por la Fundación Valdés-Salas en colaboración con el CERVIM, CSIC, Cámara de Comercio de Oviedo y Universidad de Oviedo.



El Aula magna del edificio histórico de la Universidad de Oviedo fue el escenario elegido para realizar esta "Jornada técnica sobre viticultura de montaña" que se ha celebrado el catorce de abril de dos mil once, y que ha tenido como ponentes a:
-- Roberto Gaudio, Presidente del CERVIM (Centro de investigación, estudios, salvaguardia, coordinación y valorización de la viticultura de montaña).
-- Alfonso García Leal, Catedrático de la Universidad de Oviedo.
-- Carmen Martínez, Investigadora cientifica del CSIC (Centro superior de investigaciones cientificas), y
-- Antonio Masip, eurodiputado del PSOE.
la presentación ha corrido a cargo del vicepresidente de la Fundación organizadora y Catedrático de la Universidad de Oviedo, Joaquin Manuel Lorences Rodríguez y a su conclusión se realizó una exposición y degustación de vinos de Cangas y de otras zonas víticolas europeas de montaña.

Roberto Gaudio explico lo que es el CERVIM, que es, quién lo forma y sus objetivos, así como el escenario en el que realiza sus actividades y su comunicación con el mercado.
Alfonso García centro su intervención en un análisis cronologico histórico del viñedo asturiano, su marco de desarrollo, los impulsores iniciales, los testimonios existentes, las fases de desarrollo del mismo, el mapa del vino en el Principado y las conclusiones que se obtienen de todo ello.
Por su parte Carmen Martínez puso en valor los trabajos realizados en la viticultura asturiana desde el Centro en el que ella investiga y trabaja, no sin antes hacer un pequeño repaso a lo que ha sido y significado a lo largo de los últimos siglos el viñedo en el occidente asturiano. Igualmente detallo las aplicaciones prácticas de todo el trabajo realizado y acabo lanzando sus propuestas de mejora del viñedo en el Principado.
Antonio Masip, por su parte, recalco el apoyo institucional europeo al viñedo e hizo hincapie en que Oviedo siempre ha estado vinculado al vino desde su fundación, como consta documentalmente, así como la importancia que tiene siempre una referencia geográfica concreta.


CERVIM. Viticultura de montaña.
El Comité técnico-científico del CERVIM ha definido los criterios para atribuir la condición de viticultura de montaña, que son:
1.- Terrenos con pendientes superiores al 30 %.
2.- Altitud superior a 500 metros de altitud sobre el nivel del mar.
3.- Viñas en terrazas de cultivo o gradas.
4.- Considerar la viticultura de pequeñas islas con dificultades estructurales dentro de este grupo.
Sus caracteristicas estructurales son:
1.- Mano de obra entre 800 y 1600 horas / héctarea.
2.- Imposibilidad de mecanización.
3.- Viñedos de reducido tamaño y
4.- Bodegas de reducida dimensión.
Entre los puntos positivos de este tipo de viticultura cabe destacar:
1.- Gran variedad tipologica de uvas autóctonas.
2.- La gran biodiversidad.
3.- En muchas ocasiones las dificultades se tornan en ventajas y no en problemas.
4.- Paisaje heroico.
En la actualidad este organismo internacional cuenta con 39 zonas vitivinicolas, con más de 500.000 operarios, 250.000 explotaciones y ocupa un 7% de la superficie del viñedo europeo. Siendo la Ribeira Sacra en Galicia, la única zona reconocida de momento en España y adherida al CERVIM, que tiene su sede en el Valle de Aosta, región situada en el corazón de Europa, y que por sus características orgráficas es representativa de este tipo de viticultura.
Cuenta con órganos propios de gestión propios, en el que destaca el Comité técnico-cientifíco  y su gran objetivo es que la viticultura de montaña no solo sea conocida, sino también reconocida, valorada y protegida. La suma de la historia de estos viñedos, su tradición y el paisaje en el que se desarrolla tiene un valor incalculable y eso merece ser objeto de defensa.

Antecedentes históricos de la viticultura asturiana.
La existencia de viñedo en el Principado de Asturias se remonta a tiempos remotos, siendo el primer testimonio del año 781 en el que un documento recoge el acuerdo entre los monjes y Fromestano en el que se mencionan las viñas. En el sur-occidente asturiano el primer testimonio es del año 889 del Monasterio de Alaba.
Centrandose en el alto medievo (711-1138) se dice que fue en el Monasterio de Corias dónde se comenzó el cultivo de vides en el Principado, pero esto no es cierto, ya que antes hay testimonios escritos de la existencia de viñedos en otras zonas y lugares, lo que si ha sido fue el referente, pero no el introductor. A ello hay que sumar que el desarrollo del viñedo en este Monasterio es en su segundo siglo de existencia, cuando se levanto el viñedo no era una prioridad de sus actividades, ya que su principal actividad era ganadera.
El impulso del viñedo se consigue con la llegada del abad Juan II (1138-1162) que realiza una gran ampliación de viñedos y pomares en el Monasterio y a Pedro Pelaez (1162-95) que no solo amplio el número de viñas, sino que elimino los pomares centrándose únicamente en el viñedo.
Aparte de monasterios había otro tipo de propietarios como la Catedral de Oviedo, abades, priores, clérigos, monjes, caballeros y en hombres del pueblo llano. El mapa del vino ocupaba toda la zona sur-occidental llegando incluso hasta el mar en Luarca y por el centro llegaba a Grao y Las Regueras. Sin embargo la mayor proporción se centraba en los municipios de Allande, Ibias, Salime y Cangas, es decir en los municipios que abarca en la actualidad la Indicación Geográfica Protegida.
Las conclusiones claras de todo lo anterior es que la historia puede ser tan antigua como sus pobladores, que el período que va de la segunda mitad del siglo XIII al XV ha sido uno de los más importantes y que hay una tradición ininterrupida de más de 1000 años en un área geográfica delimitada.

Futuro apoyado en la ciencia.
Carmen Martínez hizo un pequeño repaso de las fases por las que ha pasado el viñedo asturiano y como en el período de 1980 a 1987 hubo serio riesgo de desaparición del mismo.
Es en 1986 cuando el CSIC comienza a realizar estudios e involucrarse en la conservación de vides en Galicia y Asturias, a través de revisiones documentales, de entrevistas a viticultores, de prospeciones al terruño con viticultores en búsqueda de varietales autóctonas y en ver si las mismas estaban catalogadas en otras zonas mundiales.
El resultado en Asturias, fue que el sur-occidente cuenta con un viñedo en el que conviven varietales autóctonas como la blanca "Albarin blanco" con las foráneas "Albillo" o "Picapoll" y las tintas autóctonas como "Albarín negro, Verdejo negro y Carrasquín" con foráneas como "Mencia o Jaen".
En 1989 se realiza plantaciones experimentales en una finca en Cangas del Narcea y desde entonces las aplicaciones prácticas del trabajo realizado se pueden resumir en:
1.- Incluir las variedades asturianas en el registro español, ya que es imprescindible para poder realizar plantaciones y poner el nombre.
2.- Seleccionar, certificar y comercializar las variedades autóctonas a través de viveros.
3.- Donación al Museo del Vino de Cangas de fotos y documentación, y
4.- Divulgación y comunicación de todos los trabajos y conclusiones obtenidas.
Así mismo marco sus "Propuestas de mejora de los vinos asturianos" que desarrollo en otra entrada, y cuyo enlace es:

A la conclusión del acto se han podido ver y degustar elaboraciones realizadas por las bodegas asturianas: Bodegas Chacón Buelta, Viñedos Obanca, Bodegas del Narcea, S.L. Bodegas Antón Chicote, Vinos Cangas, S.L. y Vinos La Muriella, S.L. De la Bodega Les Cretes del Valle D´Aosta y de la Bodega Oxinbaltza acogida a Txakoli de Vizcaya.


Buena jornada técnica que puso en valor por un lado la realidad de la viticultura de montaña y por otra la historia, el presente y el futuro del viñedo asturiano, dejando la puerta abierta a la conveniencia de poder estar dentro de un organismo que recoge zonas de características análogas a la nuestra, con la gran ventaja de la difusión y comunicación que el grupo pueda aportar a nuestros caldos. A mi entender, formar parte de este tipo de colectivos es imprescindible para que los mismos sean conocidos fuera de nuestras fronteras.

CATA DE VINOS.
"La resignación es un suicidio cotidiano". Honoré de Balzac (1799-1850) escritor francés.

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